viernes, 13 de noviembre de 2009

Caricias

Pollença, agosto 2009

"Ignoro si esa caricia rítmica podría curar otros males, pero sin duda este mundo sería un paraíso si frotándose la frente y la boca del estómago desaparecieran la jaqueca y el hambre, de la misma forma que frotándose el sexo se remedia momentáneamente la libido",

Manuel Vicent

1 comentario:

Sergio dijo...

Que grandes son estas pequeñas cosas, pequeños momentos donde todo el universo viene a nuestro encuentro y me doy cuenta que toda la historia de la humanidad se encuentra dentro de mi mismo. Disfruto del momento eterno.