viernes, 27 de agosto de 2010

Me voy en busca de la calidad suficiente

Santander, Bar Dolmen, anoche 27 Agosto 2010

Alguien dijo en un comentario a un post que "escribir un blog es un acto de vanidad y egocentrismo que hay que hacerse perdonar publicando cosas de calidad". Estoy totalmente de acuerdo. Y, antes de morir de amontonamiento, emprendo un viaje de búsqueda.

Cuando vuelva, si estoy a la altura, retomaré el blog.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Estoy hecho un chaval

Barcelona, 2006

Algún día tenía que ser. Volver la vista atrás. Revisar el archivo. Ver cómo éramos viendo lo que teníamos alrededor. Volver a sentir. ¿Añoranza? ¿remordimiento? ¿que hubiera pasado si?

No se porqué, pero me parece que voy a volver a cerrar esa caja. Las cosas están bien como están y hay muchas fotos por hacer. A lo mejor el verano que viene...

martes, 24 de agosto de 2010

El primer vuelo al Sol

Lanzarote, 2006

Hoy ha amanecido nublado. Los fuegos artificiales de "despedida del veraneante" fueron el domingo y ayer ya se veían nuevas caras viejas por la oficina, con cara de lunes. Es buen momento para coger el segundo periodo vacacional. El primero fue agosto en el puesto de trabajo. Y si es a algún sitio que de el sol y anochezca tarde mejor. Muchas gracias ¿cuanto se debe? ¡qué barato! ah, claro, es lowcost...

lunes, 23 de agosto de 2010

Desidia... al borde del mar

Lanzarote, 2006

Cada año, cuando estamos de vacaciones, hacemos planes sobre el "curso que viene". Va a ser ya momento de revisar el archivo, volveremos con el ingles, nos pondremos un horario... en fin, ese tipo de promesas que nos hacemos a nosotros mismos con los dedos cruzados a la espalda.

Ayer, domingo nublado y bochornoso, para variar, me puse a la tarea y lo único que saqué en claro es que mi territorio vital y, por consiguiente, fotográfico, está al borde del mar. Y que mi estado laboral natural es la desidia. Por algo se empieza.

domingo, 22 de agosto de 2010

Casa con puertas, mala es de guardar...



Valencia, julio 2010

¿Por qué razón una ciudad grande, cosmopolita, abierta al Mediterraneo, con una fuerte economía, con industrias, agricultura y comercio tendrá tanta necesidad de cerrajeros? ¿Acaso la riqueza hace olvidadizos a los propietarios? ¿Tal vez el calor es fuente frecuente de averias en las cajas fuertes? ¿Tendrá algo que ver con la industria de trajes, campeonatos de fórmula uno y regatas de copa américa? ¿será algo más simple que todo eso: un oficio de tradición localista?

sábado, 21 de agosto de 2010

Yo tampoco tengo gatos

Can Kinoto, San Rafel, Ibiza, agosto 2010

Los cachorros siempre nos parecen bonitos y nos despiertan buenos sentimientos. En general. Los cachorros de humano son generalmente feos y en no pocas ocasiones se les advierte unas maneras tan aviesas y taimadas como las de sus progenitores, si es que se les conoce el "pedigrí".

Yo no tengo gatos, aunqué sí algo que se les parece. Por eso cada vez que veo uno lo observo y pretendo aprender sus modelos de comportamiento y la "distancia de seguridad" que aconsejan. Me gusta fotografiarlos y, si se dejan, acariciarles fugazmente o dejar que se froten contra mis piernas. No así contra mi espalda, que procuro no dejársela al descubierto.

viernes, 20 de agosto de 2010

Parón analógico

Valencia, julio 2010

La última vez que estuve en esta "lonja", la numismática era una especie de almoneda donde podías encontrarte desde un reloj de pulsera de aquellos de la primera comunión, hasta un comediscos, pasando por transistores, radios de válvulas, cámaras fotográficas instamatic y tomavistas, incluso algún que otro televisor del futuro modelo años setenta.

Pero claro, hoy toda esa "chatarra tecnológica" ya no se repara y, lo que es aún más significativo, lo tienes nuevo, más moderno y más barato en el chino que han montado en la esquina donde antes había un banco (que ahora opera por internet).

No nos damos cuenta, pero esa paulatína pero súbita transformación de las tiendas del barrio ha sido algo más que el tan vitoreado "parón analógico", ha constituido una revolución sociológica de consecuencias aún imprevistas.

¡Uf! Que mayor estoy...

miércoles, 18 de agosto de 2010

Aliño

Ibiza, agosto 2010

Aceite, vinagre y sal. Verano, exterior, noche. Un pie desnudo de ella, se mueve al ritmo de la música, atrayendo la atención del chico con el brillo de una una pulsera tobillera. Ya hace un rato que no hablan. Él se ha terminado el vino y ella el agua. El movimiento del zapato de tacón descalzo y ese chocar seco y rítmico de la madera contra la palma del pie desnudo arrancan de él una sonrisa bobalicona que presagia ya el desastre del encuentro, que prometía más de lo que daba... ¿cómo se titula la película?

martes, 17 de agosto de 2010

Impresionismo gustativo

Valencia, julio 2010

No he encontrado aún la "cámara sensitiva". Hay quien descubrió la "cámara lúcida", o el "instante decisivo", pero sólo en raras excepciones, y siempre sin palabras, algún autor ha conseguido hacerme erizar el bello o causarme un nudo en el estómago o ganas de llorar o de reir. Esos son los maestros, claro.

Yo sin embargo, sigo empeñado en que mi cámara registre las sensaciones y las emociones. Y las transmita, claro, sino no tendría gracia. Pero no lo consigo. Insisto, la llevo a las playas, a los chiringuitos, a los bares de carretera, la acerco a las pieles desnudas, para intentar que capte su olor salado y su sabor agridulce. Nunca me aparto de ella en los momentos importantes. Ni tan siquiera la doy la vuelta para que no me vea fracasar en un intento o salir con el rabo entre las piernas. Entre ella y yo no hay secretos. Pero se niega a contar lo que siente.

lunes, 16 de agosto de 2010

La Siesta y los Gatos

San Josep de Sa Talaia, Ibiza, agosto 2010

La siesta era una costumbre cutre y rústica, de obreros y vagos. Hasta que una marca reconocida le dio su nombre a un perfume y una cadena de hoteles de cinco estrellas la descubrieron y la reinventaron. No voy a decir que la deconstruyeron, pero casi, porque por el precio más valía echárse una kiki-siesta del Lolita's Club que una fórmula siesta del Ritz.

Y los gatos, esos animales ariscos, desobedientes, independientes y esquivos. Que hicieron las delícias de los griegos y siguen siendo espíritus de dioses en oriente, en el altiplano y en todos aquellos lugares dotados del imán mágico, como Ibiza.

Yo no me entiendo con los gatos de mi familia, ni concilio la siesta. Pero el verano es tan diferente, que agosto parece una gran siesta y los que aún quedamos en las oficinas y los curros, parecemos gatos.

domingo, 15 de agosto de 2010

Dominical

Ibiza, agosto 2010

Los domingos eran el día siete, el día de la siesta, el día del filete. Y esto era la España cañí, la de tortilla y pandereta. Pero parece que los tiempos pasan, pero no cambian. Y el sermón se ha cambiado por el "dominical" del periódico de turno. Es curioso, antes había un solo canal televisivo y un sólo periódico oficiales, ahora sintonices lo que sintonices o abras el que abras en el bar, todos dicen lo mismo. ¿Cómo es posible que tengan las mismas secciones, las mismas entrevistas y hasta nos enseñen las mismas casas? ¿estaremos ante el fenómeno de la "prensa basura"? Me sigo quedando con la radio (y eso que el vídeo la iba a matar, ¿alguien se acuerda del vídeo?)

sábado, 14 de agosto de 2010

Paisaje con Figura

Cala Llentrisca, Ibiza, agosto 2010

Estoy pasando el verano de la mano de las aventuras de Kurt Wallander, el taciturno policía sueco de Henning Mankkel, instalado en el clima gris de una sociedad individualizada y fria. Cargando con un desencuentro familiar que va desde una pareja descontenta y huidiza, una hija distante y hasta un padre gruñon, solitario y pejiguero... ¡Que envídia! ahora ya se porqué las suecas querían poner en su vida a un Fernando Esteso.

Pero el tema no era Wallander, sino su padre, ocupado exclusivamente en pintar el mismo cuadro una y otra vez durante veinte años: un paisaje de bosque, con dos únicas variantes: con y sin urogallo.

Yo soy más de Goya, de un tormento en torno al si la maja ha de estar vestida o desnuda. Pero en otro escenario: en una cala del Mediterraneo.


Cala Llentrisca, Ibiza, agosto 2010

viernes, 13 de agosto de 2010

Deshojando...

Valencia, julio 2010

Deshojar... se refiere a la situación en la que queremos despejar una incertidumbre, saber si algo es o no es... y para ello, en lugar de coger una calavera en la mano, como Sakespeare, normalmente se toma una margarita o, en su defecto, un cactus. Claro que debeis procurar no tirar vuestros desvelos al suelo, porque luego esta pobre chica no para de barrer.

En este caso yo, preguntado acerca del asunto por algunos visitantes de este blog, intento contestar a la cuestión de si los personajes más asiduos de mis retratos me odiarán por ello... pues, de ser así, espero que no vean mi última contribución a La foto del lunes.

miércoles, 11 de agosto de 2010

La ocasión la pintan calva

Valencia, julio 2010

Ocasión, oportunidad. Se nos presenta y cae o pasa. Es el momento oportuno, único por irrepetible. Nunca volveré a pasar por allí, o quizás ya no esté la ocasión... Sin duda como reclamo es tan simple como efectivo. ¿quien se resiste a una oportunidad única? ¡cuantos pufos no se habrán colocado con ese gancho? ¿acaso no se basa el timo de la estampita en eso, en la codicia por aprovechar el chollo que se presenta?

Confieso que hasta yo hubiera caído ante semejante bata, de no ser porque ya no entro al laboratorio ni para esconderme de las visitas.

martes, 10 de agosto de 2010

Recuerdos

Valencia, julio 2010

Nos hemos acostumbrado tanto a los gadgets que ya no es posible soportar el feismo que nos rodea.

Vemos gente a nuestro alrededor que anda por la calle sonriente y hablando sola. Y de pronto nos percatamos que llevan un dispositivo bluetooth y van hablando por el movil. Otros, en el autobus o el metro van con la vista perdida y en lugar de desprender olor a sudor desde el sobaco, lo que esparcen en su entorno es un ritmo agudo y machacón de ritmos enlatados que se desborda de sus orejas, seguramente ya en proceso de mutación con sus auriculares.

Pero sin duda lo peor de todos los artilugios son los que hacen que la gente prefiera ver la repetición de las jugadas más interesantes de su vida en la pantalla de la cámara o el movil, apenas unos segundos después de haberlo registrado. Aumentado con su zoom, saturado de color e hiperenfocado...

No era esta chica, era otra pareja en una mesa junto a la nuestra en una venta de carretera en Ibiza, la que miraba atónita cómo su novio cenaba con el plato a un lado y la cabeza metida en un iPad. Una imagen lamentable. Lo que en otro tiempo hubiera sido una cena romántica con manitas y susurros, ahora se ha convertido en un toqueteo de pantalla tactil y algún que otro manotazo al son de un ¡quita esa zarpa!

lunes, 9 de agosto de 2010

Espejismos

Dalt Vila, Ibiza, 2010

Si ninguno de los paisajes que vemos en los folletos publicitarios de las agencias de viajes existe, ¿por qué habrian de ser ciertas las imágenes de las postales? En el mejor de los casos son verdades a medias. El fotógrafo evitó el hotel del oro lado de la playa, eligió la hora temprana del día, en la que las amacas y los horteras aún no invadían la arena. Y, por si fuera poco, por mucho ruido que tenga la puesta del sol o el nocturno, no llegamos a percibir los "transitores", las melodías de los móviles, ni el griterío o el entrechocar de tenedores en las paellas del chiringuito.

Sin embargo, sigue siendo un misterio sin resolver por qué se siguen veniendo postales cuando todo el mundo va grabando en vivo y en directo sus vacaciones con el movil, las video-cámaras y los aparatos superprofesionales dotados de zoom.

Sin duda se debe a que prefieren transmitir a sus vecinos y familiares la ilusión del espejismo antes que la cruda realidad.

domingo, 8 de agosto de 2010

Al otro lado del espejo

Las Dalias, Ibiza, agosto 2010

Tenemos, quienes vivimos, una vida que es vivida y otra vida que es soñada; y la única verdadera, es la que está dividia entre la cierta y la errada... Algo así decía Pessoa, pero en portugués, que suena mejor y más pousado.

Los espejos a veces nos muestran que no siempre estamos del otro lado. Yo, por ejemplo, me encontré en Ibiza, de vacaciones, junto con Sara Carbonero, aunque el periódico de ese día la situaba a ella en San Francisco, con Iker. Pero también hablaba del índice Nikkei y de mercados de futuros. Y todas esas cosas son para mí tan irreales como Sara y su mundo del Hola y adiós.

Yo, en realidad, estaba pensando en qué tal le quedaría ese vestido a mi chica y que tengo que empezar a cuidarme, que ya voy siendo todo un señor (al menos así me llamaban las dependientas y camareras veinteañeras).

sábado, 7 de agosto de 2010

Negociando un cambio de vida

Ibiza, agosto 2010

Las vacaciones, en contra de lo que muchos creen, sí que sirven para algo. Unas veces para construir una fantasía sentimental y otras para consolidar una ruptura... Yo en las vacaciones sueño. Y me acuerdo de lo que sueño, porque sueño despierto.

Esta vez he tenido un sueño recurrente: cambiar de vida. Creo que se ha convertido en un mantra y donde quiera que miraba, veía una señal de mi otro yo. Al otro lado del espejo.

Por ejemplo, mi estudio está en el número 11, pues este otro se había trasladado al 13 y en lugar de fotógrafo, era una especie de arquitecto, ingeniero y diseñado... ¿qué es eso? Dicen que un arquitecto es alguien que no es tan inteligente como para ser ingeniero, ni tan sarasa como para ser decorador... yo no soy nada de eso. Ni lo quiero ser. Cada uno es como es, como dice Laurita. Yo, fotógrafo aficionado.