sábado, 7 de agosto de 2010

Negociando un cambio de vida

Ibiza, agosto 2010

Las vacaciones, en contra de lo que muchos creen, sí que sirven para algo. Unas veces para construir una fantasía sentimental y otras para consolidar una ruptura... Yo en las vacaciones sueño. Y me acuerdo de lo que sueño, porque sueño despierto.

Esta vez he tenido un sueño recurrente: cambiar de vida. Creo que se ha convertido en un mantra y donde quiera que miraba, veía una señal de mi otro yo. Al otro lado del espejo.

Por ejemplo, mi estudio está en el número 11, pues este otro se había trasladado al 13 y en lugar de fotógrafo, era una especie de arquitecto, ingeniero y diseñado... ¿qué es eso? Dicen que un arquitecto es alguien que no es tan inteligente como para ser ingeniero, ni tan sarasa como para ser decorador... yo no soy nada de eso. Ni lo quiero ser. Cada uno es como es, como dice Laurita. Yo, fotógrafo aficionado.

No hay comentarios: