London, septiembre 2009
Dentro de un rato voy al conciento de Fito. Esta tarde estaba jarreando en Santander y me he cruzado con él en un hotel en el que yo estaba con temas de trabajo y ellos preparándose para ensayar el concierto de mañana. Bueno, ya de hoy.
El disco ya lo he escuchado por ahí y es más de lo mismo. Demasiado comercial y demasiado parecido al anterior. Demasiado seguidos como para ser otra cosa y otro negocio. Pero me gusta Fito. Algo me hace desconfiar de su marketing, pero me suena bien eso de que le claven la medalla de carton en mitad del pecho al general. Y lo de rojitas las orejas es total...
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