No pretendo ilustrar la crisis económica, ni tan siquiera la caída en picado del consumo, ya bastante tenemos entre visionarios de los brotes verdes y agoreros del futuro negro y el presente marrón. Tal vez todos ellos tengan razón, con "sus" datos en la mano, pero mejor si nos dejan pensar un ratito en otra curvas que no sean las de las gráficas del paro.
Esta tienda seguramente no está así por otra cosa que no sea la moda y sus tendencias, sus idas y venidas, de cuya crueldad y daños colaterales nunca se habla... que se lo pregunten sino a esos que gritan en las salas de depilación corporal o a los que sufren ante el plato, o a los que se quedan en paro porque se deja de llevar el lino...
Las medias de cristal. Cuanto cine y cuanta literatura hay en torno a la raya de las medias de cristal, a su tacto, a su transparencia, a su insinuación, a su decoro, a su descoque. Horas y horas de sueños desgarrándolas y ahogando con ellas a la suegra. Y horas y horas de calabozo por el desatino de ser cogido con las manos en la masa y una media de seda en la cabeza.
Esta tienda seguramente no está así por otra cosa que no sea la moda y sus tendencias, sus idas y venidas, de cuya crueldad y daños colaterales nunca se habla... que se lo pregunten sino a esos que gritan en las salas de depilación corporal o a los que sufren ante el plato, o a los que se quedan en paro porque se deja de llevar el lino...
Las medias de cristal. Cuanto cine y cuanta literatura hay en torno a la raya de las medias de cristal, a su tacto, a su transparencia, a su insinuación, a su decoro, a su descoque. Horas y horas de sueños desgarrándolas y ahogando con ellas a la suegra. Y horas y horas de calabozo por el desatino de ser cogido con las manos en la masa y una media de seda en la cabeza.
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