sábado, 5 de septiembre de 2009

Juzgar y ser juzgado


Deiá, agosto 2009

Hacer de jurado en un concurso es para mi una carga pesada como una losa. Me pregunto que quién soy yo para imponer mi criterio, para opinar sobre fotos buenas o malas... Yo, que me presento al concurso de Renfe cada año y nunca gano nada. Y al del Bar Rubicón donde tampoco ni me mencionan, a pesar de lo que me dejo en volldamns allí...

Por norma siempre digo NO, así de paso me doy caché como entendido, pero en ocasiones no se que me pasa que no puedo negarme. Es el caso de La Vidriera, en Camargo, un sitio sin pretensiones donde, al margen de los aires políticos, el buen hacer y la constancia de las personas ha ido dejando un poso y un reguero de actividades en pro de la fotografía en Cantabria.

Esta vez sí que no me voy a arrepentir: conocí a un buen fotógrafo que hacía tiempo que tenía ganas de conocer personalmente, Toni Limeres y compartí opiniones y desacuerdos con él y con Sergio Cuevas, un grande de la pequeña fotografía, la que a mí me interesa. Que más se puede pedir que unos vinos con ellos y con Ana Bolado, la gestora impenitente del centro, después de haber premiado a una amiga sin saberlo (ya me pagarás en negro luego Eh).

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