sábado, 8 de mayo de 2010

La prueba del delito

Cementerio de Abionzo, Cantabria (diptico), mayo 2010

Cuando nos encontramos en plena elucubración sobre los límites de la "intervención" en la fotografía digital, en discusiones sesudas sobre el nuevo papel de la fotografía como documento, sobre su pérdida de valor de prueba, cuando ya no queremos papeles ni en los juzgados, surge una nueva cuestión ¿sirvió alguna vez la foto para algo?

Indudablemente, si esta foto la hubiera hecho Virxilio Veitez ahora estaría camino de la familia en ultramar, para demostrar que el envío de fondos se invirtió en lo pactado. No sabremos nunca si todo el dinero, pero que la puerta de hierro del cementerio se hizo si. Ahí está la prueba.

Sin embargo, si la foto fuera de Sophie Calle la cuestión sería si su proyecto implicaba el haber encargado ella misma esa puerta o el haber seguido a las hermanas Ga.. durante sus gestiones.

No quiero elucubrar con qué hubiera pasado si la hubiera realizado José Mª Mellado, porque no me he leído sus libros y no me alcanzo a imaginar esta foto derecheando aún más el histograma...

La he realizado yo, lo confieso. Esta misma mañana. Y son dos fotos. Es por tanto un díptico. La parte de arriba de una puerta, que se hizo con una donación anterior. Y la parte de abajo con la puerta de las "Hnas Ga". Que yo he imaginado que se llamaban Soledad y Francisca, por ejemplo. Y, en adelante, las dedicaré esta foto por su diminutivo: Las Hermanas Sole y Paca-Garse. Como las polémicas en torno a la fotografía.


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