sábado, 15 de mayo de 2010

Desde mi ventana

Santander, hoy, mayo 2010

No tengo la pierna rota, ni teleobjetivo, ni una vecina rubia que acabará siendo princesa en otra vida, la real... pero vivo junto a la ventana indiscreta. Frente a Peñacabarga. Hoy no estaba encapotada, pero amenazaba lluvia, que no llegó.

A mi no me molesta que la corone el "monumento al indiano". A Peñacabarga, digo. No me gusta especialmente. El monumento, digo. Pero no me disgusta lo suficiente como para exiliarme y no volver, como parece que hizo Gerardo Diego. A mi no me importó demasiado. Como tampoco me incomodaría que su fundación la sostuviera económicamente el ayuntamiento o la comunidad de Madrid.

No hay comentarios: