domingo, 18 de enero de 2009

Un giro decisivo

Santander, 2009

El título es el de la novela de Camilleri que estoy leyendo que, por cierto, dice en un texto del maravilloso librito que han hecho Luis y Bernard sobre Valencia y que me regalo el otro día Baylón, que a él la novela de Montalbano se la había regalado Bernard y que bién podía simbolizar lo que fué para él su encuentro y amistad con el maestro.

Nunca se sabe dónde está nuestro boleto premiado y muchos, sin sospecharlo, lo llevamos olvidado en el bolsillo... Yo no juego a la lotería por norma, aunque en ocasiones, por fantasear un poco sobre maravillosos proyectos irrealizables (otro día los contaré) o fantasmear de que no deseamos un premio millonario, porque nos descalabraría el fragil equilibrio de nuestra pobre pero decente existencia, aprovechando cualquier viaje fuera de Santander, compro algún cupón. Como si inconscientemente intuyera que mi "gordo" no puede darse en esta capital provinciana.

Y, sin embargo, como os digo, mis amuletos de la suerte tienen nombres y apellidos. Los conocí casualmente aquí y nunca les he dado la importancia que realmente tienen. Aunque parece que ellos a mí me otorgan más de la que consigo demostrar. En fin.

1 comentario:

Anónimo dijo...

...O de lo que te parece demostrar.
Me resulta maravilloso este comentario que adjuntas a la fotografia que tranquilamente le daria el mismo adjetivo calificativo que al comentario.
Vivo asentado sobre un pilar que muchos calificarian de teorias orientales baratas pero para mí, creo que tiene mucho de verdad. "Todo lo que das a la vida te vuelve en su misma proporcion y sentido". Grandes personas te regalan su amistad. Por algo será... Para muchos de nosotros tambien nos toco...