jueves, 8 de enero de 2009

Dos Amigos, como Mercader y mi padre

Madrid, dic 2008

Que bonita es la amistad. Se ríen porque ellos también están pensando lo mismo: que les han tomado por lo que no son. No les doy tiempo a desabrazarse del todo, porque me recuerdan los ancianos de Xauen, paseando de la mano y abrazándose al saludarse.

Ahora comprendo qué se siente con aquello de: yo no quiero que me regaléis nada, a mi con vuestro cariño me basta. ¿Lo diría de verdad mi madre o es de alguna película de la época del Closas? ¡¡Qué Closas!!

En recuerdo de Mercader, el rojo más recalcitrante y el salvaje con el corazón más grande.

No hay comentarios: