viernes, 16 de enero de 2009

Grafitti

Granada, 2007

Grabar nuestro nombre, el de nuestro amor o una fecha en la pared de un edificio es un tipo de vandalismo que no puede explicarse únicamente como fruto de impulsos destructivos. Veo en él, más bien, el instinto de supervivencia de todos aquellos que no pueden erigir pirámides o atedrales para perpetuar su nombre. Son raros los instantes en que perpetuamos el flujo de la vida latiendo con una emoción tan intensa que necesite inscribirse eternamente en una piedra, una pared o la corteza de un árbol. (Brassai)

Su exposición de Grafittis en el Círculo de Bellas Artes de Madrid es lo contrario de lo que se viene entendiendo y bendiciendo como el grafitti callejero, ya sea en la persiana de un comercio o la pared de un barrio. Que no es expresión, ni arte, ni nada. Es pura rabia ignorante y contaminante: La firma de los inteligentes se ve en lo libros, la de los listos en los contratos millonarios, la de los ricos en los cheques (con fondos)... pero, la de los tontos... en todas las paredes. He dicho.

4 comentarios:

Luis Otí dijo...

A petición mía y de Peti, ¿para cuando un librito con las fotos y los textos(filosóficos) del blog?. Me gustan por igual.

Anónimo dijo...

Eso, como dice luis, el librito cuando???????
le esperamos.

Javier Vila dijo...

Los libritos, ya sabéis que son de fotos, con poemas de otro. Si yo tengo que explicar las cosas porque las fotos no lo cuentan por sí mismas... mal asunto.
Y, si llegan a gustar más mis textos que mis fotos... no sé que será peor. Walker Evans quería ser escritor y mira.
De todas formas, gracias. Sé que lo decís por sincera amistad.

Anónimo dijo...

Bonitas señales que te guian por el camino correcto, destino Sacromonte, a ver a Patri. Parada obligada en San Nicolás, a ver el atardecer.
Me encantó la página,
en hora buena!!