sábado, 17 de enero de 2009

Ryanair never more

Madrid-Santander, 15 Ene 2009

Hay pilotos que salvan un vuelo y hay políticas (publicitarias, comerciales y/o laborales) que hunden una compañía. Ande esta por las nubes o por las esquinas...

Todo el mundo sabe o cree saber lo que son las low-cost y que no dan cacahuetes ni vasos de tang y eso. Lo que nadie se espera es que un vuelo doméstico se convierta en un safari, donde la pieza a cazar seas tú mismo, ni que llegue a ser tan divertido o cargante como ir a un circo.

No sólo son las típicas tretas de "le cobro por pagar con tarjeta", cuando el único medio de venta es online y la única forma de pago con tarjeta, o "tenía usted que haber traído la tarjeta de embarque electrónica y se la tengo que cobrar" (cuando ya había pagado el check-in-online). Y luego a la vuelta, no puedes sacarla por la web y en el aeropuerto no te la cobran pero, cuando vas a subir al avión... una azafata disfrazada de pequeño gremlin (por cierto, con un uniforme que ellos mismos se pagan, seguramente con las comisiones que obtiene por este asalto a pie de pista) persigue a gritos a los pasajeros, formados en una infantil fila (porque no pagaron un recargo para subir con preferencia al avión) tarifando y discutiendo el pago de una abusiva tasa por subir al avión con más de un bulto o con uno que supera las dimensiones de una diminuta jaula de hamster de la que va provista...

Analizo la situación: el gremlin a la derecha (casualmente), en el centro una rubita que no-sabe-no-contesta, y a mi izquierda un chico moreno, con pinta de sin-papeles-explotado y me miro el costado y veo mi troley de sindicalista, la bandolera del portatil que no me ha funcionado en todo el viaje (está pidiendo a gritos un macbook) y la bolsa de la cámara (tres bultos, por veinte, sesenta napos). No es cuestión de negociar y mucho menos discutir, hay que actuar: me dirijo al chico, no se si me entiende, le sonrío, le pongo delante de la cara la tarjeta, ya separada y le vuelvo a sonreír y salgo pitando por el finguer... "¡¡ese señor, Peter, lleva dos bultos, tres... eh, oiga...!!"

No oigo, ya no oigo ni la explicación del sobrecargo, en inglés, ni cómo el piloto nos cuenta el tiempo que hace en Madrid y en Santander, en inglés. Todo en inglés, incluido el show de los chalecos, excepto la venta de hot-dogs y bebidas y el cuarto de hora largo con la venta de regalos dutty-free y un rasca y gana por el que puedes salir del avión millonario o con un maravilloso coche de lujo. Si quieres, también puedes hacer donativos a una ong (así deben llamar al departamento de rrhh que paga al personal). Mientras tanto me recuerdo del circo que están montando los ingleses por la gestión de los aeropuertos británicos por compañías españolas y me pregunto qué pasaría si un vuelo doméstico inglés lo operaran hablando en español... probablemente les impedirían tomar tierra en suelo del real imperio británico. Aquí, sin embargo, Revilla tiende la alfombra roja a una compañía en la que están prohibidos los sindicatos y los españoles somos pieza de batir (preguntar por el último incidente de la anulación de un vuelo de regreso de Italia a Santander).

En fin, desde las 14 h.p.m., que salí de la oficina, hasta las 18,45 h.p.m. que llegué a casa, con la espalda rota por andar por el metro y los interminables pasillos de Barajas con mis tres bultos... me hubiera dado tiempo a mi habitual viaje en coche, mis paraditas para café y fotos que nunca publico y cabrearme con los tertulianos de la radio, darle vueltas al coco con proyectos y todo eso. Ya lo había dicho antes, pero lo repito: Ryanair nunca más.

P.D.- Perdón por la longitud, pero me tenía que dar el gustazo, ya que no tienen departamento de quejas y llamarles por teléfono sale a 76 céntimos el minuto de musiquita de espera. Por cierto, hice otras fotos mejores, pero no las pongo, no vaya a ser que las utilicen para promocionarse...

1 comentario:

elemore dijo...

ya lo ves,spain is differen.El bripig que creò rallanair esta mas rayado que su propia marca. deberia trabajar de azafato con una camiseta que diga: la avaricia es bella.
saludos desde madrid las nogueras