Madrid, noviembre 2014
La vida está en las redes sociales. Me invitan constantemente a que clique en "me gusta", me invitan a que me sume a pinterest, o a messenger chat o a google no-se-qué. Pero nadie me invita a tomar un café. Mi serie de "desayunos con diamantes" se ha quedado parada porque todo el mundo tiene mucho que hacer para atender a su tamagochi o al pajarillo ese de twit... y sin embargo a las palomas ya nadie las atiende. Y no digamos a la biblioteca pública o el centro cívico. Y si hablamos de este señor a los políticos virtuales que dan explicaciones en plasma y gastan en black...
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