Barcelona, noviembre 2014
Barcelona, noviembre 2014
Leo en FB uno de tantos estudios científicos sobre la potencia sexual de las mujeres, apoyado en una visión sociológica de una antropóloga americana que mantiene la tesis de que la castración femenina y la pata quebrada no son más que burdas maniobras de defensa masculina frente al miedo de invasión de su territorio mandril. La estrategia del conejo se ha vuelto más sutil, por el contrario. Ha convertido la pata quebrada en símbolo de la buena suerte y ha compensado la falta de fuerza física en el pecho con un instinto hervívoro atroz frente al nabo. Miedo me dá seguir avanzando en mis conclusiones. Ya me siento una víctima...
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