Madrid, noviembre 2014
Esta foto, tomada el día de difuntos, o el de todos los santos, ahora mismo no me acuerdo muy bien, simboliza la polarización social entre el blanco y el negro. Entre la transparencia y la opacidad. Entre lo ácrata y la fe ciega... Pero, sobre todo, da una idea de que la globalización es capaz de romper esquemas. Y no sólo porque atraiga a unos debotos de alá la tienda de las mil y una noches, sino porque demuestra que un emprendedor puede vender a prendas a un euro en un lugar en el que el metro cuadrado se alquila a miles de euros. Es lo que se llama "el milagro económico", por eso atrae lo mismo a hooligans de la City que a debotos de Catar. Porque todos tienen el mismo vicio... El dinero.
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