martes, 24 de marzo de 2009

anormalización lingüistica

Barcelona, 2009

Me encanta Barcelona, y la Costa Brava no digamos. Mi hermana vivió allí 18 años y yo pude conocer aquella costa cuando todavía no la habían destrozado demasiado, casi tal como la retrataron Catalá-Roca y Miserachs en el maravilloso libro con textos de Rosa Regás que no he podido resistirme a regalárselo a la que me descubrió, a mis 18 años, aquellas calas maravillosas, por carreteras serpenteantes, por las que rodábamos con un Dyane 6.

Por eso me revienta que allí me consideren "el guiri", pero no por mi procedencia, seguramente tan paleta como la suya, sino por mi lengua, por "modernidad", por ejercer de "patriotas"... que cosas tan absurdas y tan tristes... Mis sobrinas son dos: la una nacida en Cataluña, que no sabe catalán, por que ha sido criada en Murcia y Cantabria y la otra cántabra, aunque perfecta catalanoparlante, puesto que fué a la guardería y la primaria en Catalunya, aunque después se desplazaran a vivir a otras tierras. ¿Cual de las dos es la "guiri"? pero, ¿donde son guiris?

Tanto llenarnos la cabeza con la globalización y ahora resulta que lo que vociferan es la territorialización, la lucha por la linde, la guerra por el mojón, la disputa por el agua, por el campanario más alto, para subir al burro o para tirar a la cabra... Escolti, tu, te estimu mol, pero esto es basemasa noi, que diría el pijoaparte de Marsé.

No hay comentarios: