Cavaleiro, julio 2013
Ahora abro cada mañana el ordenador con la misma ilusión que antes abría el buzón de correos. Pero no es lo mismo. Sólo se parecen en la cantidad de publicidad indeseada que entra. Viajes gratis, notificaciones de premios de la lotería africana, promociones para degustar jamón de plástico, vales para un masaje de cartera y, sobre todo, ofertas de bancos y compañías telefónicas de movil y ADSL. Pero ya nadie escribe cartas de amor... Escuchar el timbrazo del cartero, bajar corriendo la escalera, leer en el buzón "correos", abrir y ver una carta de amor era todo un ritual preparatorio del acto de leer. Hoy me extreno por fin en facebook, espero no tener que leer mucho...
No hay comentarios:
Publicar un comentario