Manta Rota, julio 2013
Los términos toponímicos no son una ciencia exacta. Pueden dar lugar a sinfín de discusiones. Los libros de geografía dan unas explicaciones precisas. Y los dicionarios intentan acotarlas semánticamente. Sin embargo, los usos son tan perversos que, en ocasiones, dan nombres equívocos a lugares, que estrictamente no se ajustan a lo literal. Y no por ello resultan menos literarios. Las luces de las bocanas son un ejemplo claro del divorcio del reglamento con los usos y costumbres.
Manta Rota, julio 2013
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