Palma de Mallorca, mayo 2013
Caen chuzos de punta y ya no es exclusivo del norte. Están lloviendo perros y gatos, como dicen los ingleses, y lo peor es que muerden y arañan. A la prepotencia de la Troika y su instinto aniquilador se anexionan raudo los ejecutores de medidas suicidio, como la de la subida del iva de la cultura. Ahora parece que lo van a reconsiderar, cuando ya ha chapado hasta el video club de mi barrio. Se cierra el círculo en torno a las librerías, a las que el iva les ha caido sobre el fotocopiado y el pirateo electrónico y no tienen otra vía de escape que habrir ventanas al campo y terrazas con dulces, para pasar el trago amargo. Viva el vino.
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