Pollença, mayo 2013
Brunch. Almuerzo. Picoteo. Tente-en-pie. Llamalo equis. Cualquier razón y momento es bueno para unas berenjenas rellenas y un frito mallorquín. Si quieres pones la disculpa de la dieta mediterránea. Y si lo prefieres me vuelves a contar la milonga de que un día de estos nos ponemos en plan. Pero yo esto me lo acabo.
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