Domingo de la Lastra pinta a Miguel González, junio 2011
Un arquitecto y un ceramista. Dos trabajos manuales. La creatividad y la utilidad. Dificil maridaje... así se construye, sin prisa, sin pausa, por amor al arte. Hay otras cuestiones al margen del precio de la obra. Y al final, pesan más. Al menos aquí.
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