El Cazurro, La Arnia, junio 2011
Desde la ventana de uno de los bares que más invitan a la sensiblería de toda la costa quebrada, tenía que decidir si hacía una de esas inolvidable puestas de sol o me hacía mi propia película sobre la historia de amor de la parejita rezagada, últimos en abandonar la playa. Como "fotógrafo no profesional y mal aficionado" me dejé llevar por el morbo de saber si este summer-love iba a ser tan breve como la primavera que ya se escapa o encontraba alguna chispa que detectara el milagro...
El Cazurro y la Arnía, junio 2011
Finalmente, como en los cuentos de hadas, esa elevación expontánea de la pierna al fundirse en un tierno beso de amor hace presagiar que la chica, al final, con la puesta del sol, encontró a su principe azul... (no sigo por ahí que las connotaciones son cacofónicas).
Tanta peli de Hollywood han hecho de los sapos una especie en peligro de extinción.
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