Ciudad Encantada, Cuenca, junio 2011
Veo una luz al final del tunel... yo también veo luces... era una luz inmensa, tu no podrías ni mirarla, te cegaría... Mas o menos, aderezadas con literatura financiera o slogans publicitarios más o menos afortunados, cualquier telediario de la tres o de intereconomía y, si me apuras, cualquiera de los magazines matinales nos presentan a diario expertos por el estilo. Todos aportan recetas mágicas. La mayoría de ellos basan su éxito en que las fórmulas estaban ahí, al alcance de cualquiera, pero nadie caía en su trascendencia, porque estaban disfrazadas de sencillez y sentido común. Y son tan buenas, que lo mismo sirven para salvar a su equipo local en apuros y hacer que juegue la champions, como para rescatar a un país de un gobierno nefasto. No hay más que aplicar la primera norma: si algo no te gusta, pues lo tiras a la basura y "reclamas" otra cosa...
Ciudad Encantada, Cuenca, junio 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario