Hace veinticinco años pase una fructífera estancia en este pueblo, aunque entonces creyera que era esteril. Pero la amplitud de un círculo no se conoce hasta que se cierra.
Entonces todo mi afán era eliminar todo aquello que me impidirea dedicar mi vida a la fotografía. Hoy todo ese camino ha sido el premio. Y ahora me toca currar. Y ya me estoy empezando a estresar. Y busco aquel mensaje que seguro que me enviaron con las instrucciones de uso y todavía no me ha llegado. O aquel cartero ha errado sus pasos hacia otro destino.
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