La vuelta a la rutina ciertamente se puede convertir en una pesada carga. Un periodo oscuro. Casi tanto como una noche sin luna. Por eso he querido poner una luz al final del túnel. Para que no nos invadan ideas comunes del tipo: "tu cuerpo se revela contra una decisión de tu cerebro". Si, me cuesta levantarme. También me cuesta ir a trabajar. Y pensar en el futuro no digamos... ¿es esto normal, doctor, o es que aún sigo vivo? Los análisis de sangre irremediablemente me darán apto para seguir en ese tunel y quizás me prescriban algunas privaciones más.
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