Madrid, agosto 2014
Por Lavapiés la brigadas de desinfección queman colchones de los emigrantes, mientras en Sol una empresa de telefonía se adueña del nombre de la plaza y un banco que ya se ha adueñado el nombre de otra ciudad se adueña de todos los edificios del entorno y hace modificar las ordenanzas de usos y las restricciones históricas. Nada que no supieramos ya quienes habitamos en una ciudad cuya bahía ha sido tomada por un ovni...
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