Sóller, julio 2014
Es este país plagado de muñecas castamente adornadas con la pulsera de la banderita, hablar de vacas sagradas es nadar contra corriente. Princesas y dictadores bajo palio. Bodas de hijas de activistas de la paz en encuentros en las Azores con los pies encima de la mesa. Recortes de beneficios sociales para amnistiar fiscalmente a los ricos que tienen sus "herencias" en Suiza. Viva el vino...
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