Marrakech, marzo 2012
Ya nadie mata por hambre. Al menos no en el siglo XXI de nuestra era.
En las novelas negras que, tanto me gustan, la investigación siempre se apoya en uno de los cinco puntales básicos: ¿quién? ¿cómo? ¿cuándo? ¿dónde? y ¿por qué?. Y el movil siempre ovedece a uno de los cinco motivos básicos que mueven este mundo que conocemos: amor, odio, venganza, avaricia y envidia.
Pero la fiscalía no encuentra motivos de delito. Al menos no, en este siglo XXI de la era que nos ha tocado vivir.
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