viernes, 11 de diciembre de 2009

No es fácil ser lunes

Estando en Grácia, Barcelona, diciembre 2009

Puesto a elegir, yo me pediría Viernes, pero ya está cogido. El personaje de Dafoe era un tanto naïf y con moraleja, si se me pide opinión, bastante alejado de mi idea de tarde-noche de final de semana laboral, sin llegar a los extremos del lejano oeste o de los pueblos mineros e industriales anglosajones (también llamados pueblos bárbaros).

Jueves es otra opción, pero también la tomó prestada el amigo Somerset para una intriga que prometía más de lo que finalmente nos deparó esa fecha, buena para salir de noche y volver de día. Y sobre todo para celebrar encuentros de fotógrafos en torno a una mesa...

El sábado es una buena promesa, pero casi nunca se cumple lo de la camisa nueva. Con lo cual, cualquier otra consecuencia no deja de ser una casualidad no menos infrecuente.

Pensándolo bien me voy a quedar con el lunes, porque siempre te levantas cabreado pero en cuanto llegas al curro y cumples con el ritual de ir al baño, a la máquina de café y a preguntar por los resultados futbolísticos de la víspera, ya casi es la hora de salir y en un par de días, casi fin de semana otra vez. Y el que no se consuela es porque no quiere.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

es camisa limpia, ¿qué queda en el subconsciente?

Javier Vila dijo...

creo que era el calzoncillo, el que tenía que estar limpio... pero ya digo.

Mingo Venero dijo...

¿No es fácil ser lunes?

Pues ser Domingo ni te digo...