Hoy he enviado mis felicitaciones de "Feliz Año Nuevo 2010". No es que las mande tarde, es que yo no felicito la navidad, sino el cambio de año. Es mi forma de contribuir a esa fiebre de buenos deseos, de planes de cambio, de promesas de futuro...
He recibido unas cuantas digitales, vía email. Os lo agradezco a todos los que me la habéis enviado por ese método. Yo hago esta extensiva a los más de diez mil que han visitado este blog durante un año. Pero me he tomado la molestia de personalizar unas cuantas por correo.
Me he dado cuenta de lo que valen las pocas que he recibido físicamente, por correo. Personas a las que les importo de una forma singular, que imprimen una copia para mi, que la personalizan con su firma y ponen unas letras pensando, al menos durante esos instantes, en que les importo lo suficiente como para escribir mi dirección en un sobre, pagar un sello y caminar hasta un buzón de correos para enviármela.
Que no nos falten esos deseos, los otros y los amores, por más que sea al pan con tumaca...
He recibido unas cuantas digitales, vía email. Os lo agradezco a todos los que me la habéis enviado por ese método. Yo hago esta extensiva a los más de diez mil que han visitado este blog durante un año. Pero me he tomado la molestia de personalizar unas cuantas por correo.
Me he dado cuenta de lo que valen las pocas que he recibido físicamente, por correo. Personas a las que les importo de una forma singular, que imprimen una copia para mi, que la personalizan con su firma y ponen unas letras pensando, al menos durante esos instantes, en que les importo lo suficiente como para escribir mi dirección en un sobre, pagar un sello y caminar hasta un buzón de correos para enviármela.
Que no nos falten esos deseos, los otros y los amores, por más que sea al pan con tumaca...
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