Todavía queda gente por este barrio que necesita un movil para recibir mensajes del más allá, o noticias independientes del otro lado del muro (extramuros). No seré yo quien me interponga en su "camino". Que me perdonen si les ofenden mis torpes comentarios blogueros. No son más que un tecleo automático para matar el tiempo. No quisiera destapar con ellos su ira divina, ni tan siquiera la visceralidad de sus rostros sanguíneos... si yo sólo pasaba por allí.
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