Sevilla, 2008
Deberían prohibirlo. "Lo regalao, ni agradecido, ni pagao" decía un paisano de un pueblo por los que yo anduve trabajando. Claro que la actitud ante las bandejas de comida sin fin tiene más que ver con el "donde pago, cago"...
Con todo el hambre que hay por ahí y estos aquí apilando y enguyendo como si les fuera la vida en ello... A lo mejor está al caer su Sanmartín.
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