Madrid, marzo 2013
Yo creo que el único que nos falta es un monumento a la estupidez. Porque en lo que se refiere a la abaricia, la prevaricación y el cohecho ha quedado España sembrada de "contenedores". La mayoría, por cierto, con firma de autor. Incluido el aeropuerto de Castellón, que lo único que contiene es un monumento, precisamente.
Pero las estatuas ¿quién las decide? Algunas se sabe que fueron encargadas por Cascos a su entonces amiga y directora de una prestigiosa galería de arte. Se las reconoce porque todas eran muy grandes y muy caras y están ubicadas en lugares ignotos de carreteras y autovías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario