El Golfo, enero 2014
De noche todos los gatos son pardos. Viene a decir que en la penumbra es facil disimular la tara y colocar el bulto de lo que se merca. El "pardo" se le atribuye a un color entre el gris y el marrón, dicese del lustre que presentan los hábitos de los monjes con el roce y el deterioro. Es una evocación a la repulsa y a lo siniestro. La moralidad y la prensa amarilla se encargarán de atribuirle tintes aún más siniestros. Aunque bajo el filtro de la prensa rosa toda esa bisutería alcance el apelativo de lujo... Yo sólo pretendía cenar pescado. Pero no era el único.
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