Calle del Sol, Santander, octubre 2012
Estamos tan acostumbrados a pedir algo a cambio, a que se paga por todo, a que lo que no se paga se debe y se pagará en favores que, cuando alguien da algo a cambio de nada, desconfiamos. Es tan español, que hasta tenemos un refrán para justificarnos: "lo regalao, ni agradecido ni pagao". Así nos va...
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