Muelle de Albareda, Santander, mayo 2012
Son los cimimientos lo que me preocupan. Ponemos otra capa de hormigón sobre ellos y encima unas baldosas de sólido granito y todos contentos. Cómo lo vamos a pagar es otra cuestión. Ya pensaremos en ello cuando no quede otro remedio. De momento, a endomingarnos y a pasear con nuestras corbatas rojas sobre ello. Y saludarnos, que no se nos olvide sonreir y saludarnos. Buena salud.
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