Barcelona, 2009Hoy he vuelto a los recitales de poesía en el Puerto, LímitesDos. Le tocaba el turno a Mariano Calvo Haya. Me ha recordado que fuimos juntos a la escuela, al instituto y a Magisterio. Luego nuestras vidas se separaron: el es de comisiones y yo de ugt. Pero cuando ha recitado me ha parecido que no, que seguimos estando en el mismo lado de la pancarta. Seguimos igual de ilusos. Luego he ido corriendo con Santiago A. Sagredo a la inauguración de Cesar Lucas, en un espacio nuevo, entre el estudio en construcción de Yolanda Novoa y el sacrosanto lugar de arte de Eloy Velazquez (que al llegar a casa me entero de que es profesor de técnicas de mi hija en el insti). Cuando nos íbamos nos hemos cruzado con Majo, Ana Diez, Cesar Poyatos, Marta Mantecón y otros amigos que venían de la Galería Nuble de otra inauguración de un escultor... ¿de verdad estamos en Santander?... Por cierto, nada de todo esto llevaba el logo de Santander 2016... y, sin embargo, existe.
1 comentario:
Hola Javier:
Si “iluso” lo entendemos como la segunda acepción que aparece en el diccionario que ahora mismo estoy manejando, es decir: “Propenso a ilusionarse, soñador”, entiendo que vas por la vía acertada. Yo me considero así y, por lo que he podido ver de tu blog (a pesar de ese escepticismo que nos caracteriza, tal vez heredado de nuestro paso por las aulas de Quinta Porrúa, donde supongo que nada era como es ahora), tú también, efectivamente, estás afectado del mismo mal.
Un abrazo.
Mariano.
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