Photoespaña es lo que tiene, que aunque muestre la fotografía americana del siglo pasado, por encima de todo, nos hace ver que la depresión de los EEUU de los años veinte tiene mucho que ver con la que nos han exportado para inaugurar el XXI.
Esta casa de apuestas del barrio de Chamberí pudiera salir de una foto de Dorothea Lange del medio oeste americano, o del album de viajes de Lee Fiedlander o Garry Winogrand. En fin, que ya me gustaría... (ninguno de ellos artista y todos, en su momento, fotógrafos aficionados, como yo).
Esta casa de apuestas del barrio de Chamberí pudiera salir de una foto de Dorothea Lange del medio oeste americano, o del album de viajes de Lee Fiedlander o Garry Winogrand. En fin, que ya me gustaría... (ninguno de ellos artista y todos, en su momento, fotógrafos aficionados, como yo).
Chueca, Madrid, julio 2009
Lavapiés, Madrid, julio 2009
Mi teoría, debilmente apoyada en estas dos fotos, es que en este mundo de ingeniería financiera nada es lo que parece. Ni la crisis es tan profunda, ni el globo de las bonanzas se llega a hinchar tanto como para explotar en plena cara de los que lo alientan.
Donde el hambre del tercer mundo se convierte en una oportunidad de negocio, o la exploración de bio combustibles como sustitutivos del agotado y bélico petroleo se convierte en fuente de especulación sobre los cereales y supone el fin de las tortitas mexicanas, creer que las rebajas son rebajas es una falacia que termina en el escaparate de una tienda pija en la que las camisetas con diseños exclusivos han pasado de 359 euros a 354. Toda una rebaja de 5 euros que hace que se las quiten de las manos. Mientras quel Badulake de Apu ha tenido que cerrar sus "franquicia" de Madrid, porque sus clientes ya no venden CDs, ni DVDs, porque los viajeros del metro se tienen que conformar con los periódicos gratuitos.
Donde el hambre del tercer mundo se convierte en una oportunidad de negocio, o la exploración de bio combustibles como sustitutivos del agotado y bélico petroleo se convierte en fuente de especulación sobre los cereales y supone el fin de las tortitas mexicanas, creer que las rebajas son rebajas es una falacia que termina en el escaparate de una tienda pija en la que las camisetas con diseños exclusivos han pasado de 359 euros a 354. Toda una rebaja de 5 euros que hace que se las quiten de las manos. Mientras quel Badulake de Apu ha tenido que cerrar sus "franquicia" de Madrid, porque sus clientes ya no venden CDs, ni DVDs, porque los viajeros del metro se tienen que conformar con los periódicos gratuitos.
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