Gran Via, Madrid, junio 2009
Se me ha hecho tarde. Los espaguetis del Vesubio parece que han explotado en mi barriga y me cuesta andar y respirar el aire cálido y fétido del tráfico. Un taxi, no, ni de coña. Yo fiel a mis filias y mis fobias. Pero el metro qué pereza, con lo que tardará en pasar el próximo. Mejor me bajo andando hasta Sol, a ver si aligero un poco la ingesta, que parezco una boa constrictor con una presa sin digerir atravesada en el esófago..
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