Tipos Mundiales, Santander, septiembre 2014
¿Y ahora qué? ¿nadie quiere despertar del sueño? ¿bajar del subidón? ¿retirados los últimos restos del don-periñón desparramado a chorros sobre bocas insaciables y estómagos agradecidos qué queda? Hacer cuentas de un espejismo arroja una cuenta de resultados ilusoria, porque el coste de las baratijas que nos cambiaron por ilusión no se puede comparar con el oro que nos han costado. Eso sería como mirar para el pasado y nuestros pueblos y sus gobernantes todo lo ven azul cielo, por eso siempre miran al futuro y nunca quieren hacer cuentas con el pasado. Viva el vino!!
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