Mikonos, junio 2014
Los viernes por la noche me gusta ir a cenar con los amigos. Ha sido una tradición desde que comencé a salir con Mabel. Y ya han pasado los treinta años... El caso es que, incluso cuando estamos de viaje, ese día es un ritual. Baretos de pueblo, tascas, pizzerías de barrio, terrazas de verano, incluso restaurantes con mantel, todo vale. El caso es estar bien acompañado y hacer un tres bes: bueno, bonito y barato. Cual no sería mi sorpresa cuando, después de imponerme sólo viajar a paises PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España), resulta que me les encuentro plagados de cerdos intentándose dar el festín con los restos de la matanza orquestada por ellos mismos. Viva el Vino!!
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