domingo, 2 de diciembre de 2012

Viaje iniciático

Huebro, 1997

Cuando era un adolescente leía a Lopsan Rampa y a Hermann Hesse y mis ensoñaciones siempre acababan en viajes astrales de un pequeño lama que busca la luz, en un viaje iniciático que terminaba en la comprensión absoluta del ser humano y del universo. Hoy sólo leo relatos en castellano y sigo sin comprender nada. Ni de la vida y no digamos de la fotografía. Pero una vez tuve lo más parecido a esa experiencia de discípulo junto al maestro y fue "Tras los pasos de B.P."

Los Genoveses, 1997

Allí no se si vi la luz, pero Bernard nos mostró otra manera de vivirla y, quizás, con suerte, de retenerla.

Cabo de Gata, 1997

A la manera de la generación beat, sin pretender ser le voyage mexicain de Plossu, ni tampoco los traveling along the states de los Wynogrand, Freelander o Harry Calahan, aquellas caminatas por el Cabo de Gata que organizó Oscar Molina fueron lo que anunciaban: un aliento de luz.

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