Ctra. Murcia - Almería, 2009
Acabo de ver el progra de Jordi Évole sobre el juego de la comida y me he quedado como el de la foto. Que los alimentos eran objeto de especulación no es nada nuevo, pero constatar que no contentos con ello, con apostar sobre sus precios y jugar con su genética, además, juegan con la obsolescencia programada para acortar el plazo de obtención del máximo beneficio, es algo que me hace constatar que el mundo ha cambiado la órbita de giro sobre sí mismo y ahora está patas arriba.
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