Estabamos comprobando si al día siguiente se podría vendimiar con mimo esa uva tosca y de piel curtida, con cuyo caldo poder hacer un "froch" para brindar con risas picantes, de burbujas y paprica. Nadie se imaginaba que hoy todo iba a estar sitiado por un barro tóxico que arrancará la vida a esas longevas cepas, con la misma violencia de una guerra o un pelotón de fusilamiento.
Cuando vemos los telediarios y nos hablan de catástrofes y de congresos mundiales de metereólogos y/o de cumbres mundiales de científicos para hablar de sostenibilidad y de emisiones de CO2 o de residuos tóxicos, lo único que se nos ocurre es remitir la cosa a un primo que sabe de esto o dejar que opine un sabio de solarium, musculado y con gomina.
¿Eran eso las economías de escala? (perdonar mi ignorancia)
Cuando vemos los telediarios y nos hablan de catástrofes y de congresos mundiales de metereólogos y/o de cumbres mundiales de científicos para hablar de sostenibilidad y de emisiones de CO2 o de residuos tóxicos, lo único que se nos ocurre es remitir la cosa a un primo que sabe de esto o dejar que opine un sabio de solarium, musculado y con gomina.
¿Eran eso las economías de escala? (perdonar mi ignorancia)
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