jueves, 18 de noviembre de 2010

El viaje a ninguna parte

Barcelona, 2009

Cuando uno realiza a diario un mismo trayecto, ya sea en coche, en bus, en tren o en avión, no viaja, se traslada. A veces casi se teletransporta, sin consciencia del recorrido. Y, las más de las veces, sin solución de continuidad.

Esta chica viaja, como yo lo hice durante tantos años con un libro en el tren o con la radio en el coche. Pero su viaje va por los derroteros de la historia que vive en esas páginas. Calvino, Conrad, Millás, Simenón, PedroJuan, London, Montalban, Camilleri, Iñaki, Sardá, Francino, Gemma y tantos otros compañeros de viaje.

2 comentarios:

Sibreve dijo...

¡Qué compañeros de viaje más variopintos! Ir en el tren entre Camilleri y Montalbán (en el vagón restaurante tendría que ser) seguro que es un gran viaje... Pero, ¿seguro que es Millás quién va sentado entre Conrad y Simenon? Definitivamente, se ha colado en primera.
Por cierto, me gusta el azul del metro de barcelona y esa luz aséptica como de quirofano.

Javier Vila dijo...

No es el metro, es el cercanías de Vilasar, de vuelta de ver una expo de licenciados de BB.AA.

Y si, en aquella época leí a Millas, lo reconozco. Pero el libro le iba al pelo a mi actividad de entonces: "tonto, muerto, bastardo e invisible". Ahora ya solo le alcanzo en la radio y en las columnas del periódico que ya no leo.