Pharos, junio 2014
Pronto me iré de viaje a visitar a dos grandes maestros: Leopoldo Pomés y Jordi Socías, en Barcelona. Hace poco regresé de Madrid de visitar a Garry Winogrand y Franco Fontana. Y no serán los únicos que visite este año teniendo que rodar o volar lejos de casa. El amor es ciego y el de la fotografía no lo es menos. Por eso nos impide ver lo cerca que tenemos a otros muchos maestros y no nos damos cuenta. Quizás tomamos café todos los días con ellos, o nos vienen a visitar a nuestro estudio. Nos enseñan sus grandes obras y no les damos la importancia que verdaderamente tenien. Tan sólo por que nos las enseñan con humildad y no encapsuladas en metracrilato, ni montadas sobre aluminio. Será porque no utilizan el lenguaje del arte o la palabrería del mercado. Pero yo veo que cada día más, me pongo en sus zapatos y soy más consciente de las buenas influencias que me aportan. Gracias, grandes maestros cercanos. No os nombro. Y es una pena, porque muchos de vosotros ni si quiera teneís consciencia de que lo sois.
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