Santander, Mundial de Vela, septiembre 2014
Yo soy de los que opina que en los gimnasios y en la ropa deportiva deberían de obligar a poner un cartel como el de las cajetillas de tabaco: "el deporte puede matar". Quizás no tan agresivo, pero al menos uno al modo de Gila: "uno que hacía deporte murió de hernia" o de infarto, o de frio, o asfixiado por las apreturas del top, o algo así. El caso es que la moda ha llegado con toda su fuerza a los vestuarios y a la ropa se suman la depilación, las cremas, los tatuajes, los piercing, los complementos vitamínicos... Total, un pastón y encima tienes que llevar el movil y las llaves en las manos, porque no hay bolsillos... (y lo del 23 da para unos versos matemáticos muy jocosos, que nos gustaba mucho sumar en mi barrio: "los dedos de las manos, los dedos de los pies, la picha y los cojones, todos suman veintitrés"). Lo dicho, lo imprescindible.
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