Chipiona, octubre 2013
Antonio Muñoz Molina es un ejemplo de intelectual. Hombre que elabora pensamientos y los expone para el disfrute y la reflexión de los demás. No siempre con eco suficiente. Sobre todo cuando dice ante el Parlamento y ante el mundo (en la entrega de los Premios Principe de Asturias), bien alto y bien claro: "Casi lo único que sería en España una fuente de crecimiento sin límite es la educación, la cultura y el saber. Pero precisamente nosotros estamos autodestruyendo nuestra mayor fuente de riqueza" porque "Se roba el fruto del trabajo creativo porque robar es tecnológicamente posible, no tiene peligro ni está mal visto socialmente" y además "En sociedades clientelares con baja calidad de ciudadanía, como por ejemplo España, valoran las cosas por su precio", ha añadido que "se da más valor a aquello que tiene más precio en la etiqueta, y lo que no cuesta de manera inmediata no se valora". "El necio no ve valor donde no ha visto precio. ¿Cuánto cuesta que un médico le cure a uno?", ha preguntado. "Lo gratuito se ha confundido con lo democrático".
Chipiona, octubre 2013
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