Cavaleiro, julio 2013
Nos gustaba la charleta a la sombra, tomando un café o una cerveza. O haciendo calceta. Pero llegaron los eruditos que entienden de todo y coparon las radios y las teles. Y ahora todo el mundo opina de todo, porque tienen la lección aprendida y los argumentarios son de manual de estilo del partido de turno. Ya nadie opina lo que piensa. Porque ya casi nadie piensa por su propia cuenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario