Madrid, junio 2013
Ha sido un invierno negro, una primavera gris y el principio del verano no lo es menos. Un par de cifras maquilladas y/o mal interpretadas y ya hay quien empieza a ver brotes verdes y la salida de la crisis. Pero lo cierto es que estamos por los suelos y no hemos terminado de tocar fondo. Una juventud opulenta y consentida se enfrenta a un futuro injustamente cruel y sin concesiones. A un capitalismo vestido de neoliberalismo, aun más salvaje y despiadado que el que conocimos sus progenitores. Y la única solución propuesta parece la huida al extranjero. Allí donde compran oro a precio de hojalata. Claro, que estamos en la tierre que hizo doctores honoris causa a Botín y a Mario Conde. Viva el vino.
Madrid, junio 2013
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